Qualcomm, la potencia de los móviles

Chips más pequeños, más eficientes, capaces de desarrollar aplicaciones cada vez más complejas, servicios y gráficos más potentes, facilitar conexiones más rápidas a internet, al GPS, a Bluetooth o a cualquier red inalámbrica; pero al mismo tiempo consumir la menor energía posible. Procesadores todo en uno. Y el responsable de todo esto directamente en la mitad de los móviles de todo el mundo es una única empresa, Qualcomm, a su vez la responsable indirecta de la tecnología original en prácticamente la otra mitad de los dispositivos. Un poder que aplica en la sombra y que ni Samsung, ni Apple, ni por supuesto ningún otro fabricante de móviles puede ignorar.

 

El último ejemplo del poder de Qualcomm está en el rechazo de entregar su mejor chip, el Snapdragon 800, para el último modelo de gama alta de la fabricante de móviles HTC, el HTC One Max, porque considera que no podrá sacar todo el rendimiento posible. La decisión coloca indirectamente a la taiwanesa el estigma de que su dispositivo está un escalón por debajo de los smartphones que sí cuentan con el cerebro más potente, como el Samsung Galaxy S4, el Nokia Lumia 1520, el Sony Xperia Z Ultra o el LG Nexus 5.
Dominio en el mercado

 

Qualcomm toma decisiones tan trascendentes porque tiene una posición de dominio abrumadora en el mercado, ya que es el fabricante de los procesadores para el 42% de los dispositivos (según datos Strategy Analytics del segundo trimestre de 2013; otros le dan hasta el 60%). O bien demuestra su poder en sus acuerdos comerciales para producir determinados componentes con todas las firmas de móviles (también en iPhone, aunque son confidenciales, y Samsung y BlackBerry y Nokia y más). Y por su nutrida red de patentes (la mitad de su negocio, según Trefis Team, colaboradores de la revista económica Forbes).

 

La compañía Nvidia era la gran competidora, pero se ha quedado atrás incluso con su serie de procesadores Tegra. Intel, la más fuerte en PC (ahí aún cubre dos tercios del mercado), no ha sabido todavía hacer la transición al móvil: cuenta con el 12% del mercado de semiconductores para aplicaciones móviles, según Strategy Analytics. Mediatek (con el 10%), ahora pujante, de momento no se dedica a móviles de la más alta gama. La surcoreana Samsung tiene sus propios chips, Exynos, y ha diversificado sus suministradores (por ejemplo Broadcom) para evitar la dependencia de Qualcomm, pero recurre a ella para muchos de sus dispositivos, sobre todo los más potentes.

 

Líder de los nuevos avances

 

La poderosa red de patentes de Qualcomm, muy bien protegidas, raya el monopolio en cuanto a tecnología para la conexión entre los dispositivos móviles con las redes de datos; esto es, conectar al móvil con internet de forma rápida y eficiente. Lidera la tecnología 3G y su variante de alta velocidad HSPA; también la 4G y prácticamente tiene el cien por cien de la última evolución tecnológica, la 4G LTE, que permite la conexión más rápida a internet y más global (en mayor número de países con sus diferentes líneas) que existe actualmente en el mercado.

 

Mientras el resto de compañías, como Nvidia o Broadcom, están empezando a desarrollar el 4G LTE, Qualcomm ya va por su tercera fase. Los fabricantes de móviles tienen que recurrir a ella; y eso supone mucho dinero asegurado a corto, medio y largo plazo (aunque el largo plazo en la industria tecnológica no siempre está asegurado). La capacidad de los chips es vital en la evolución de los móviles, y, por tanto, de las decisiones y progresos de Qualcomm depende actualmente el desarrollo la industria en general.

 

Saga familiar

 

La firma californiana, fundada en 1985 por Irwin M. Jacobs, está desde 2005 en manos de su tercer hijo, Paul E. Jacobs. Las sucesiones familiares son poco frecuentes en la industria tecnológica, sin embargo, el heredero es quien ha llevado a la compañía a un nivel superior por su apuesta decidida desde el comienzo por la tecnología inalámbrica. Ahora Qualcomm está intentando ser visible para ser tan popular al menos como lo fue Intel para los PC, cuando procesadores como la serie Pentium servían para dar nombre a los ordenadores de mesa.

 

Qualcomm pretende ser una marca más conocida para el gran público, ser así más influyente y generar por tanto más beneficios. Una prueba de su interés por darse a conocer es su apuesta por inaugurar la feria mundial CES 2013, y quitar el puesto a Microsoft, la apertura clásica de la mayor feria tecnológica. También ha metido la cabeza en la carrera de los relojes inteligentes con su reciente Toqq. Una muestra de que el poder en los móviles está cada vez más en manos del hardware. Y los ingenieros de San Diego quieren hacerlo patente.